jueves, 26 de julio de 2007

Jonas

El horizonte ofrece a mis ojos
la inesperada ondulación de la ballena.

Vuelvo sobre mis pasos
sobre la fracción de segundo
en que creí ver

El oleaje me llena de dudas

Pero confiemos al fin en el poema
en la eterna respiración de Jonás
recluido en estas letras.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jonás "fue" un imbécil..

Patética historia

me molesta el poema solo porque se llama Jonas