jueves, 16 de agosto de 2007

escrito en el agua

sí todas las fuentes de las escrituras
son apócrifas,
sí no existió ni Pablo, ni Mateo, ni Marcos, ni Lucas
sí Juan fue un loco marihuanero
o bien, un ente que no existió
pero murió en Éfeso
sí Jesús no existió
ni se llamó Cristo, pues no existe Pablo
sí Nazareth no existe
sí dios es yaveh
y por ende estamos todos condenados
pero a salvo porque es un invento
sí las mujeres no paren demonios
sí el bautista no existió
ni bautizó
ni fue martirizado
sí a Flavio Josefo le metieron mano
sí la teología es idem a la frenología
sí no hubo multiplicación de los panes
sí de nada sirve arrepentirse de nada
yo que soy una Edith Piaf al verre
que me arrepiento de todo
si lo del buen ladrón fue un albur
en el más total de los sentidos
si Lázaro está ya muerto
si, en definitiva, no hubo cruz
ni resurrección
todo lo escrito son surcos en el agua
-un agua oscura en la noche más oscura otra vez-
un quehacer inútil
pero que nos hace féliz en raras temporadas
mientras dejamos un rastro de velas apagadas
o pisadas en el barro

viernes, 3 de agosto de 2007

Otros más sabios que opinen
sobre el vuelo de los pájaros
o el disiparse de la niebla matinal.
A nosotros nos gusta ver la rosa
emergiendo de su armadura de espinas.

Amor a primera vista.

Reconocer el mutuo desamparo.
me duele el cuajar de las flores
Las palabras no me dicen nada
la poesía se adhiere en mi y engorda
como un chinche preñado de signos.
En los intervalos de una música
nada más que este sudario de hastío.
A despecho de toda realidad
es probable que tras unos años
estos sean los buenos viejos tiempos.
Ya ni siquiera corre la sangre
-manchas secas y oscuras
sobre los escombros que olfatea
un pastor alemán-.
Evoco con gran lucidez
sensaciones del pasado remoto,
en este parque en que me siento tan bien.

Recuerdo la selva primigenia.
Dejémos crecer la maleza.